Identidad sin fronteras: el pasaporte digital latinoamericano

 

Identidad sin fronteras: el pasaporte digital latinoamericano

 

¿Te imaginas renovar tu licencia o pagar impuestos en otro país sin llenar mil formularios ni escanear tu pasaporte tres veces? Pues ese futuro está más cerca de lo que creemos. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acaba de presentar IdLAC, una plataforma que permitirá a los ciudadanos de América Latina usar su identidad digital nacional para realizar trámites en otros países. Un salto histórico hacia una región más conectada, más práctica y, por qué no decirlo, más civilizada.

IdLAC funciona como un “bróker” de identidades digitales: un puente seguro entre los sistemas nacionales y los servicios públicos o privados que necesitan verificar quién eres. En otras palabras, si ya tienes una identidad digital en tu país, podrás usarla en otro sin volver a crear cuentas, contraseñas o llenar formularios que te pregunten por tu tipo de sangre o la fecha exacta de tu última vacuna.

Los beneficios para los ciudadanos son evidentes. Imagina a una persona que vive en la frontera o un emprendedor que vende en varios países. Con IdLAC podrá hacer trámites migratorios, pagar impuestos o registrar exportaciones desde una misma cuenta. Adiós al papeleo duplicado y a la famosa frase “eso se tramita en la oficina del país vecino”. Es un paso real hacia la movilidad digital que tantas veces se promete y pocas se concreta.

Pero los verdaderos ganadores podrían ser los gobiernos. Esta integración regional no solo facilita la vida de los ciudadanos, también permite a los Estados compartir información de manera segura, mejorar la trazabilidad de los trámites y reducir costos de verificación. Un sistema interoperable reduce la duplicidad de bases de datos, fomenta la cooperación institucional y abre la puerta a nuevos servicios transfronterizos. En resumen: menos burocracia, más inteligencia estatal.

 

No todo es miel sobre bits

Ahora bien, no todo es miel sobre bits. La interoperabilidad digital también trae sus riesgos. Uno de ellos es la ciberseguridad. Un error de diseño o una brecha en un país puede afectar la confianza de toda la red. Otro riesgo es la gobernanza: ¿quién decide las reglas del juego cuando la identidad de un ciudadano depende de la infraestructura de otro país? Y, por supuesto, la eterna tensión entre innovación y privacidad. Cuanto más fluye la información, más necesaria es una arquitectura sólida de protección de datos.

Por eso, el desafío no es solo tecnológico, sino político. La identidad digital transfronteriza exige confianza entre gobiernos, legislaciones compatibles y voluntad de cooperar más allá de los ciclos electorales. No se trata de crear una “súper base de datos regional”, sino de asegurar que cada país mantenga el control de su sistema mientras comparte lo necesario para que el ciudadano no quede atrapado entre fronteras digitales.

Aun así, IdLAC marca un antes y un después. América Latina pasa de hablar de integración digital a demostrar que puede hacerla realidad. Y lo hace con tecnología pública, abierta y regional, liderada por países como Uruguay y Chile, con el apoyo del BID, el Banco Mundial y la OEA. Un modelo que puede inspirar no solo al sector público, sino también al privado.

Porque al final, esta historia no va solo de trámites o tecnología. Va de confianza, de cooperación y de entender que la digitalización también puede unirnos como región. Si logramos que un ciudadano brasileño firme digitalmente un documento en Chile o que una empresa peruana pague un impuesto en Uruguay sin perder la paciencia, habremos dado un paso gigante hacia una América Latina más moderna, ágil y conectada.

El futuro de la identidad digital ya llegó. Y aunque todavía faltan ajustes, acuerdos y firewalls, la dirección es la correcta: menos fronteras, más interoperabilidad.

Sigamos debatiendo: ¿estamos listos para un pasaporte digital latinoamericano?

Me encantará leer tus comentarios, así que ¡escríbeme!

 

Alex Alvarado
Dir. de Vinculación Estratégica, ESZ
aalvarado@esz.com.mx